Si al venir al mundo alguien nos diera un "Manual de vida" con todas las reglas claras y descritas de como tenemos que hacer las cosas; Que haces y que no debemos hacer. Si al llegar al mundo nos dieran una especie de charla informativa o inducción intensiva seguramente la vida fuera mas fácil; Seguramente no cometeríamos tantos errores; Probablemente no cometeríamos tantas equivocaciones ni incurriríamos en tantas situaciones dolorosas que nos lastiman y nos hacen vivir situaciones muy dolorosas en nuestras vidas.
Eso seria lo ideal pero no es la realidad y por un lado que bueno que no es así porque entonces le quitaríamos al hombre la capacidad de elegir, le robaríamos al hombre o mejor dicho nos robaríamos a nosotros mismos el privilegio divino de la libertad y del poder escoger en nuestras vidas, el llamado libre albedrío. Al escribir este nuevo articulo lo hago sabiendo que en mi propia vida he cometido una larga lista de errores, equivocaciones, situaciones dolorosas de vida que me han privado en mas de una ocasión de vivir bajo la gracia plena de Dios.
Tengo toda mi vida conociendo a Dios, toda una vida haciendo vida de fe en la iglesia católica; He pasado mas de la mitad de mi vida trabajando apostolicamente en diferentes ministerios siendo el principal de ellos el trabajo con los jóvenes. En fin he sentido en la propia vida la presencia real del Señor en cada paso y etapa de mi vida. Sin embargo, también he caído, he fallado, he pecado, me he alejado y es que fallar es de humanos al final somos débiles en nuestra carne. San Pablo lo dijo mejor al referirse de nuestra naturaleza influenciada o seducida a flaquear tentada constantemente por el mal.
En la epístola a los Romanos 7:19 Pablo nos dice:
puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. Creo que Pablo resume como me siento en este versículo. Amigos, hermanos, he caído; Probablemente muchas veces de las que quisiera recordar. Es que pensamos que por estar en un camino de fe, por ser Cristianos pretendemos que nos marquen en la frente con un sello que nos exonere de las pruebas, dificultades, y situaciones difíciles que se nos presentan en la vida. Cuando en realidad es todo lo contrario. Es por profesar tu fe en Jesús, por vivir bajo los preceptos de la iglesia, por vivir en comunidad, por enarbolar los valores evangélicos precisamente por todo eso es por lo que todo sera mas difícil, por lo que seras probado constantemente, como crisol en el fuego para ser purificado y fortalecido. Claro es mas fácil decirlo o escribirlo que entenderlo y hacerlo vida
Esto ha sido también algo muy difícil para mi entender a pesar de haber crecido y de estar haciendo vida dentro del seno de la iglesia, es un proceso que dura toda la vida pero a medida que vamos creciendo vamos siendo dotados con la gracia suficiente para entender esto. Hoy escribo con un gran sentido de humildad, reconociendo mi pequeñez y mi miseria humana. Hoy reconozco que he caído, que he fallado, que me he alejado como hijo soberbio y desobediente pensando que mi autosuficiencia es todo lo que necesito para vivir plenamente.
Dios se ha encargado de demostrarme que estoy equivocado que mi inteligencia, talentos, carisma y cualquier otra virtud que pueda tener primero es un regalo que viene de el y que segundo al final me las ha concedido como una gracia para que por gracia la pueda dar a otros porque al servir a otros sirvo al mismo Jesús. Hoy quiero empezar a ser como aquel hijo prodigo, hoy quiero volver a dirigirme a la casa de mi padre. De aquel que me ha amado tanto que entrego a su hijo Jesús en la cruz solo por mi.
Hoy quiero aprovechar este espacio para abrir mi alma y mi corazón y decirle al Señor que solo no puedo caminar que necesito de El, que quiero siempre vivir bajo su gracia y su amor. Quiero poder decirle: "Padre perdóname porque he pecado, contra el cielo y contra ti y no soy merecedor de ser llamado hijo tuyo". Muchos han querido decirme que es imposible, que no hay nada que hacer que guardar esperanza es inútil, que la fe es estéril.
No voy, no quiero y no puedo creer eso, por una simple razón esa no ha sido mi experiencia con Dios sino mas bien todo lo contrario. Jesús ha sido y es mi mejor noticia y aunque muchas veces el mundo aparentemente me arrolle con las tantas preocupaciones, problemas y situaciones difíciles propias de la vida. Se que al final hay alguien que siempre sale a mi encuentro; Alguien que me quita mis cargas por un yugo suave y ligero; Alguien que me susurra al oído palabras de amor eterno; Alguien que me recuerda constantemente que todo lo hermoso de la creación es un regalo de el para mi; Alguien que me deja saber que cuando me quejo mucho hay otros que están pasando por situaciones peores; Alguien que me dice que tengo todo porque poseo salud, fuerza y tengo todas mis extremidades intactas cuando hay otros postrados en una cama enfermos o con miembros faltantes de su cuerpo. Ese Alguien me recuerda que hace 2014 años cargo el madero de una cruz muy pesada, se entrego hasta al punto de una muerte en cruz solo por amor a mi.
Por lo tanto tengo estas y miles de razones mas para vivir feliz a pesar de mi cruz, de mis problemas, de mis faltas. Por lo tanto hoy empiezo de nuevo de cero y es que en muchas ocasiones los Cristianos tendremos que volver a empezar, volver a lo esencial, a lo básico a Jesús. Hoy quiero empezar a orar, a hablar menos y escuchar mas. Limpiarme de tanto ruido para no perder el propósito fundamental de mi vida: Ser Feliz y hacer feliz a todo el que me rodea.
Al final creo mucho que como decía el santo de los jóvenes San Juan Bosco: "La Santidad consiste en estar siempre alegres". Esa alegría que no proviene del mundo sino de tener un corazón limpio y una consciencia limpia y en gracia con Dios. Es cierto he caído, hoy estoy pasando por situaciones difíciles y a lo mejor querido lector tu también así que te propongo que hoy hagamos el firme propósito de encaminar y dirigir nuestros pasos, sentimientos, pensamientos y acciones y dirigirlos hacia Dios porque al final solo el puede darnos las fuerzas para levantarnos y seguir caminando.
Y si de caminar se trata hay que recordar a los caminantes que no hay camino se hace camino al andar. Señor en tu promesa creeré y por fe caminare por el sendero que me lleve a ti y aunque se que digno de nada soy aun si no entraras a mi casa tu palabra me sanara, me restaurara, me limpiara, y me salvara y aunque no entienda nada y las puertas parezcan cerrarse ante mi se que tu Señor iras delante de mi, marcando el camino. Tuyo soy en tus manos me encomiendo hoy y siempre.
Si tu estas pasando por alguna situación difícil en tu vida, si has perdido la alegría, y la esperanza de vivir te invito a que juntos nos demos la oportunidad de levantarnos con la cabeza en alto, la mirada puesta en Dios y los pies en la tierra. Por el momento me despido caído mas nunca derrotado y con la esperanza y la fe de que me levantare.
Seguimos recorriendo este interesante camino de la vida.